Du Tudú: GTD y productividad personal

¿Has empezado con tus propósitos de año nuevo?

Están acabando las fiestas de navidad. Hace unos días, antes de entrar en el nuevo año, te preguntabas cuáles eran tus propósitos para el próximo año. Decidiste hacer dieta, estudiar inglés, trabajar menos, ir al gimnasio. Ahora que han pasado tres días, déjame preguntar: ¿qué has hecho para conseguir esos propósitos?


Te puedo parecer que es pronto para conseguirlo, pero no hay ninguna razón para no haber empezado, si el propósito es sincero. Quizá sea un buen momento para replantearte si realmente quieres conseguir esos propósitos.

Bien, supongo que si estás en esta línea es que aún quieres conseguirlos 🙂 Vamos a ver algunas posibles razones por las que aún no te has puesto en marcha.
Has de definir bien tu propósito
Los propósitos de año nuevo caen en los tópicos, como «perder peso». Cuando nos queremos comprometer con una meta, definir el objetivo requiere un poco más de esfuerzo. Por ejemplo,

Has de preparar el camino
Una vez definido lo que quieres, has de actuar sin parar hasta conseguirlo, sin poner excusas. En este punto, uno puede atascarse, por ver que lo que se le viene encima es muy grande.

Si es tu caso, sucede que antes de pasar a la acción te falta un paso intermedio, que es el de definir el camino que vas a seguir. Todo gran viaje empieza con un primer paso, y tu propósito no es una excepción.

Divide en partes más pequeñas lo que quieres conseguir, si lo necesitas. Al final, has de definir cuál es el primer paso que debes dar, cuál es la próxima acción concreta que debes hacer. ¿Has de buscar una academia de inglés en tu barrio? ¿Has de pesarte por primera vez y apuntar tu peso para ver tu evolución? Verás que una vez encuentres esta acción, y la realices, el resto te parecerá cuesta abajo.

Si necesitas ayuda, en GTD existe la herramienta de planificación natural, que te será útil para hacer este tipo de desglose.

Pasa a la acción
Ya basta de trabajo mental. ¡Manos a la obra! Llegados a este punto, solo hay tres cosas que puedas hacer: acción, acción y acción 🙂 Sin acción no hay movimiento, y si no te mueves no te acercarás a tu objetivo.

Si hace dos días ya sabías qué acciones concretas debías hacer, ¿por qué no las has hecho? Han pasado dos días del nuevo año. ¡Dos días! Eso son 48 horas. ¿Cuanto tiempo necesitabas para tu primera acción, 15 minutos?

Quizá no lo hayas hecho porque te falta algo. ¿Qué es? ¿Una acción previa, que no habías pensado? Si es así, encuentra cuál es esa acción previa. Ahora ya sabes qué tienes que hacer.

Si lo que necesitas son unas circunstancias concretas, como estar con una persona, o tener un momento de tranquilidad, tu primer objetivo será crear esa circunstancia: llama a esa persona, resérvate una sala de reuniones para estar tranquilo o llega un poco antes a casa y apaga el teléfono para que no te moleste nadie.

Quizá lo que te pase es que no te acordabas de lo que tenías que hacer, o no has apuntado en ningún lugar tu objetivo, has hecho este ejercicio mentalmente pero te falta una forma de gestionarlo y llevarlo a la vida real. En tu trabajo seguramente sí eres capaz de ser resolutivo con los proyectos; si te funcionan, ¿por qué no aplicas las técnicas que usas en tu vida profesional para conseguir tus propósitos personales?

En cuanto a esto, si aún no tienes un sistema de productividad personal en tu vida privada, o incluso en la profesional, no te preocupes; GTD te facilitará enormemente todos los pasos que hemos comentado aquí.

Fotografía: 100B4141.JPG de smith_cl9

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