Du Tudú: GTD y productividad personal

GTD: Vacía la mente

Vaciar la mente es un hábito básico para la productividad, que nos permite usar nuestro recurso natural más valioso para el trabajo, la mente, de la forma más eficiente posible.

Desde hace décadas, desde que el uso de los ordenadores es común, nos gusta comparar nuestra mente con ellos. Tiene sentido si pensamos en su parecido: tanto máquinas como personas podemos recordar datos, hacer cálculos y funcionar mal por culpa de los virus.

Pero un ordenador y nuestra mente no son lo mismo. No tienen las mismas capacidades. Para empezar, los ordenadores por el momento no tienen creatividad, mientras que las personas tenemos una capacidad de memorizar a corto plazo limitada (al menos sin entrenamiento).

Así es, de media podemos mantener unos siete elementos en nuestra memoria a corto plazo. Cuando estoy trabajando he de recordar varios elementos sobre lo que estoy haciendo (por ejemplo, mientras escribo he de recordar la estructura que quiero dar al artículo, qué conceptos explicar, etc.). Siete cosas son muy pocas, así que necesito dedicar el 100% de ese recurso a la tarea que estoy desarrollando ahora.

Esto quiere decir que necesito un mecanismo para descargar de esa memoria (esa RAM para seguir con la comparación) todo lo que no sea imprescindible.

Vaciar la mente es el hábito de capturar en algún lugar todas las cosas que nos están pasando en este momento por la cabeza y no tienen que ver con la tarea actual. Esto es,

¿Qué es lo que vamos a capturar?

Vaciar la mente no quiere acabar con las interrupciones o las cosas que nos parecen importantes. Al contrario, si existen es porque nuestra mente en algún momento lo ha creído un tema importante.

Al contrario, lo que queremos es integrar estas interrupciones y cosas que recordamos en nuestro flujo de trabajo. Primero capturamos esa idea, así pasa a formar parte de nuestro sistema de confianza (algo que sucede al seguir los hábitos) y deja de ser una preocupación. Después, en su momento, dedicaremos plena atención a ese asunto, lo cuál reforzará la confianza de nuestra mente en el sistema.

Adquirir el hábito de vaciar la mente nos dejará más sitio para que nuestra mente se dedique a pensar y ser creativa en el trabajo que estamos haciendo, que es en lo que es buena; y delegará la preocupación por el resto de temas en nuestro sistema de confianza, a sabiendas de que podremos dedicarles plena atención en un momento más adecuado.

Fotografía: Brady Withers cc

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