Desarrollo Personal

¿Qué es lo más importante para ti?


Te propongo un pequeño test. Va por delante que la respuesta no va a salir de tu cabeza, y que no sirve para juzgar en ningún aspecto. Vamos allá:

¿Puedes ordenar estas tres cosas según su importancia para ti? Familia, trabajo, tú.

Esta pregunta, hecha en un entorno de empresa, suele dar como resultado este orden: trabajo, familia, yo. Es interesante, las personas que contestan así seguramente se entregan plenamente a su trabajo.

La segunda respuesta más común es anteponer la familia. Por supuesto, esto no implica ser mejor o peor profesional, ni estar más o menos comprometidos con nuestro trabajo.

Lo que es más difícil es encontrar a alguien que conteste como primera opción que él o ella es lo más importante para sí mismo. Es comprensible, a quien más quien menos nos han educado inculcándonos la creencia de que no hemos de ser egoístas, de que primero hemos de pensar en los demás y después en nosotros mismos.

Permíteme, pues, lleve un poco la contraria a la mayoría de personas y te haga un pequeño descubrimiento: lo más importante para ti eres tú. Sé que esto quizá suena mal, pero dame una oportunidad para que te explique.

Hace tiempo me hicieron pensar en lo siguiente. El egoísmo es pensar en el bienestar de uno mismo. El egocentrismo es creer que todo lo que sucede tiene que ver con nosotros (y, por extensión, todo lo bueno del mundo debe ser para nosotros).

Con esta definición bajo el brazo, una persona egocéntrica es aquella que intentará sacar el máximo beneficio propio sin importarle el resto de personas (aunque les cause algún perjuicio). En cambio, la persona egoísta solo se asegura de sentirse bien.

Si lo primero en nuestra lista de prioridades somos nosotros, lo que haremos será cuidarnos. ¿Esto es ser egoísta? Sí, porque vamos a estar pendientes de nuestra salud, nuestro bienestar, nuestra espiritualidad, etc. Vamos a rechazar todos aquellos estados internos que nos afecten negativamente, que nos hagan ser menos «nosotros». Esto incluye, por ejemplo, no retrasar una visita al médico a causa de un proyecto, o no permitir que nuestra salud o relaciones se vean afectadas por un estrés que empieza a hacerse crónico.

¿Esto es ser egocéntrico? No lo creo. Si pensar en ti te permite ir al gimnasio y gozar de buena salud, tendrás más energía y capacidad de ayudar a los demás, de enfocarte y rendir en tu trabajo. Si rechazas una tarea que no te correspondes, evitas estrés para ti y ganas tiempo, que puedes disfrutar compartiéndolo con tu familia.

Querer hacer todas estas cosas desde un estado negativo tuyo no tiene ningún sentido: ningún jefe quiere tener una persona que ya ni tiene la vitalidad que solía tener trabajando; tampoco puedes amar a tu familia desde una posición de sacrificio, sino de igual amor, porque si no te quieres a ti mismo no estás en disposición de entregarte a nadie.

No es nada absurdo, ni implica centrar todo en ti. Si alguna vez has viajado en avión recordarás que durante las instrucciones de seguridad se insiste en esto: en caso de tener que usar las máscaras de oxígeno, es obligatorio ponerse primero la propia mascarilla y después ayudar a los demás a ponerse la suya. No puedes ayudar a nadie si te has desmayado por falta de oxígeno.

Si te parece que esto tiene al menos un poco de sentido, puedes hacer una pequeña revisión de tu sistema de productividad. Revisa tus áreas de responsabilidad y asegúrate de que contemplan todo lo que se refiere a ti y de lo que solo tú te puedes encargar: saludo propia, desarrollo profesional, desarrollo espiritual, etc. Una vez puestas al día las áreas, comprueba si están como deseas y crea proyectos o acciones para mejorarlas si es necesario.

Fotografía de Seeveeaar

Productividad
La sensación de control en la productividad personal
herramientas
Equipos productivos con herramientas de comunicación interna
Productividad
¿Cuándo empezaste a trabajar para tus herramientas?
  • Hola. Definitivamente mi respuesta inmediata fue: yo, familia, trabajo. Hace unos años aprendí que primero está mi salud mental, física, emocional y espiritual. Buen artículo. Saludos!


  • Completamente de acuerdo Daniel.
    Ésta fue una lección que aprendí hace trece año tras un trágico suceso… sólo siendo feliz uno mismo puede contribuir a hacer feliz a sus seres queridos.
    Buena reflexión.


  • Si creo que la realidad es yo,familia y trabajo. Creo que «quedar bien» con una respuesta cuando hay más gente puede entorpecer una encuesta. Aunque no dudo, que para gustos colores.


A %d blogueros les gusta esto: