¿Eres productivo o aficionado?
El mundo de la productividad personal es muy curioso: uno pasa de no conocerlo a oír hablar de metodologías ‘raras’ que parecen demasiado para lo que uno hace cada día; después uno aprende cuatro truquillos y ve que algunas cosas se hacen más rápido y mejor.
Si además siempre hemos sido de los que nos hemos quejado de no tener suficiente tiempo para hacer todo lo que queremos, la productividad personal parece caída del cielo. Algunos nos metemos muy a fondo a aprender y aplicar lo aprendido, y así entramos en una nueva etapa de conocimiento.
¡Pero cuidado! Alentados por las soluciones rápidas y recetas milagrosas, como en tantas otras áreas, aparecen dos tipos de personas: las personas realmente productivas, como Mr. Productivo, y los que sólo lo hacen por hobby, como Mr. Hobbista. ¿Tú de quién eres?
Diferencia entre Mr. Productivo y Mr. Hobbista
Mr. Hobbista se hace listas de tareas para usar su moleskine. Le gusta comprar todos los accesorios de papelería que recomienda David Allen, y llenar su escritorio de notas adhesivas de distintos colores.
Mr. Productivo sigue GTD adaptando el método a su gusto, y sabe para qué vana usar cada cosa de las que tiene en su escritorio. Las listas las usa para gestionar sus compromisos.
Mr. Hobbista acumula trucos para el día a día (o, como dicen los ingleses, ‘life hacks’) y consigue mejoras puntuales. A base de trucos puede llegar a hacerse una ‘caja de herramientas’ para todas las situaciones. Mr. Hobbista sabe un truco para ganar 20 segundos en hacer esa tarea que le roba tiempo.
Mr. Productivo no se para en ganar dos segundos con una acción concreta, sino que se vuelca en mejorar la razón de sus problemas de productividad. Mr. Productivo se plantea por qué sigue haciendo esa tarea, si le roba tiempo en lugar de hacerle ganar bienestar.
Mr. Hobbista se pasa el día pasando tareas de una lista a la otra, clasificando documentos en carpetas que primero necesitan ser rotuladas y ordenadas entre ellas. Así, Mr. Hobbista encuentra en su sistema de productividad una excusa para procrastinar.
Mr. Productivo, por otro lado, se enfoca en su trabajo. Sabe que su sistema es una herramienta más de su día a día, no la razón de su trabajo. Aunque debe hacer concesiones de tiempo para mantener su sistema, es consciente de que siempre es para un beneficio propio mayor.
La productividad ‘de verdad’
He de confesar que esta distinción entre aficionados y ‘profesionales’ productivos ha sido hecha con toda la intención de provocar. En este mundo es malo hacer generalizaciones.
Es cierto que mucha gente usa las herramientas de productividad para procrastinar, escondiéndose detrás del tiempo que le lleva gestionar su sistema, pero no es necesariamente un estereotipo ligado a usar ‘life hacks’. El mismo David Allen recomienda usar pequeños trucos en nuestra vida diaria, como dejar en la puerta de casa una bolsa que nos tengamos que llevar al día siguiente.
Las herramientas, las listas, la papelería etc. tiene que ser divertida, por mucho que sepamos de productividad, porque la mejora de la productividad personal ha de ser divertida: el trabajo también se ha de disfrutar.
Los ‘life hacks’ y la conciencia ‘desde más arriba’ de nuestra forma de trabajar no son incompatibles. Siempre que tengamos claras las razones por las que usamos sistemas de productividad, cualquier ayuda es bienvenida.
Tener los conceptos claros, por otro lado, nos permite atacar los problemas de productividad directamente, y al aprender un truco hemos de valorar si es una ayuda o un parche para otro problema mayor.
También hay que reconocer que los ‘life hacks’ son muchas veces puertas de entrada a la productividad personal más avanzada. Es más fácil entender la importancia de la segunda si se intuye, gracias a los trucos, los beneficios que puede aportar.
Por último, siempre por encima de cualquier clasificación, al final lo que importa es el resultado. Pero como medimos este resultado, ¿por tiempo empleado en una tarea, o por cantidad de resultados conseguidos? Ni una cosa ni la otra, la medida del éxito de la productividad es siempre la satisfacción de la persona.
Fotografía: basada en Semantic Web Rubik’s Cube
Comments
Jeroen Sangers
AuthorHay un tercero tipo: los bloggers. Son como Mr. Hobbista, pero con la excusa que «están probando las herramientas para escribir un post».
dani
AuthorEs lo que tenemos los bloggers, procrastinamos hablando de productividad, pero tenemos excusa 😉
bergonzini
AuthorMe ha gustado esta distinción de razas, ayer justamente me encontraba frente al mostrador de Moleskine intentando por enésima vez encontrar la razón para comprarme una de estas fantasticas libretas e incorporarla a mi sistema y al releer tus lineas he asumido como propias las vivencias experimentadas ayer mismo, entre el lado Hobbista y el lado profesional, esa eterna faceta que cada día me obliga a preguntarme que tan productivo soy y como puedo avanzar un paso más. Yo me considero un Hobbista 100% y siempre lo haré, buscando la productividad completa, para asumir las imperfecciones.
Por cierto, me ha encantado la foto del post :p :p
dani
AuthorMe alegro de que te haya gustado la fotografía 😀 Respecto a tu comentario, hay muchos caramelos para los productivos, y aveces cuesta caer en la tentación. Yo me compré una Moleskine este verano, y tuve que buscarle antes una utilidad (a mi tampoco me gustan para capturar).
El Gachupas
AuthorJajaja Parece que todos hemos pasado por lo de la Moleskine 😉 Yo tengo la mía con las primeras 3 hojas escritas y el resto vacías.
Es curioso, hoy escribo sobre la falsa dicotomía personal/profesional de las tareas, y me encuentro aquí con una dicotomía real. Creo que todos tenemos un lado Hobbista y otro Productivo, dos lados de una misma moneda, como el personaje de Stevenson. Aunque a uno le encantaría pensar que ya ha dejado de ser un «hobbista» hace tiempo, la verdad es que tiene que estar luchando constantemente por no dejarse llevar 🙂